jueves, 8 de marzo de 2012

LOW COST EN TURISMO

TENDENCIA "LOW COST EN EL TURISMO"

Es la revolución que ha conquistado al consumidor medio. El low cost se ha extendido a muchos sectores de la actividad comercial antes incluso de la actual coyuntura económica, desde el turismo y los transportes, hasta la moda o el retail. La llegada de aerolíneas a precios bajos, los hoteles a costes muy ajustados o la implantación de tiendas con ropa asequible de marcas de reconocido prestigio son sólo algunos ejemplos que han respaldado su éxito.
Es cierto que la actual situación económica ha propiciado que muchas empresas se apunten al low cost. Pero esta estrategia comercial ya se había convertido en una tendencia mucho antes de que en los mercados se comenzara a hablar de crisis. Este posicionamiento nace en el escenario de la sociedad de bienestar que provoca que el consumidor medio bajo, de la mano de gestiones empresariales agresivas, pueda acceder a productos que antes le eran inasequibles.

Uno de los antecesores en nuestro país ha sido Inditex, que ha basado su éxito en la asimilación de los usos y tendencias de las marcas de prestigio con la gestión y producción de los operadores del gran consumo. Una estrategia apoyada por sus ubicaciones en las calles más comerciales de las ciudades, sus escaparates minimalistas y su imagen generando en el consumidor la sensación de estar ante una gran marca por un bajo coste económico.

Pero la vuelta de tuerca llega de la mano de las aerolíneas. Son el ejemplo máximo de la democratización de los servicios. A partir de la irrupción de aerolíneas como Ryanair, Vueling o Easyjet propiciado por el proceso de desregulación vivido por la aviación a principios de los 90, el modelo se extendió por toda Europa, hasta su boom en los principios del siglo XXI, con la aparición de una ola de nuevas aerolíneas de bajo costo en casi todo el mundo.

Esta práctica llega a copar muchos sectores y actividades que han sido puestas en práctica en diversos negocios. Uno de los casos más representativos es Globalia, este conglomerado de empresas (entre las que se encuentra Halcón Viajes o Air Europa), que ha trasladado el low cost a diferentes áreas empresariales pasando de los triunfos de conceptos como PepeCar de alquiler de coches a bajo precio en régimen de franquicias, a otros negocios de éxito cuestionable como PepePhone o PepeTravel.

Los hoteles tampoco han querido perderse esta tendencia. Es una respuesta del sector hotelero a la creciente competencia y a la proliferación de turistas que utilizan servicios aéreos low cost y, en consecuencia, también demandan alojamiento a buen precio. Lo mejor de este fenómeno es que no se trata de hoteles de baja categoría, algunas de las mejores cadenas hoteleras ofertan precios espectaculares para no perder cuota de mercado. Los hoteles “exprés” son todo un éxito en Europa y en España están llegando a través de cadenas como Ibis, que ofrecen servicios más automatizados o suelen venir ofertados junto a un vuelo low cost.

Actualmente, esta tendencia beneficia los lineales de textiles de hipermercados o a las franquicias que han hecho del factor precio su mayor elemento competitivo. Se trata de firmas como Kiabi o Cadena Q. Sus ambiciosos planes de aperturas son un ejemplo de que la apuesta por el formato low cost tiene nicho de mercado y con el que tratan de sacar partido en un momento económico delicado.

Las franquicias también se apuntan al low cost. Carson, empresa dedicada a la venta de automóviles nuevos, seminuevos, Km. 0 y a la prestación de servicios complementarios, como financiación, seguros, asistencia en carretera, gestoría y post venta, entre otros, introduce el low cost en la venta de vehículos seminuevos o km 0. Con este nuevo servicio, el cliente puede conocer todos los gastos que conlleva la adquisición de un vehículo y elegir cuánto pagar por su coche. Se trata de aplicar esta tendencia a la venta de automóviles: eliminar los servicios que el cliente desee para que el precio se vea reducido.

En el sector del retail, El Corte Inglés también ha querido introducirse en el mundo de las marcas de bajo precio cuando, recientemente, se anunció el lanzamiento de “Aliada”, una marca exclusiva de la compañía para alimentación, droguería y perfumería posicionada como el producto más económico que el consumidor podrá encontrar en sus establecimientos.

Como conclusión hay que señalar que el descuento como un modelo de comercialización está cambiando, y adquiere cada vez más fuerza, pero sin asociarse con la calidad del producto o servicio. Así como típicamente relacionamos los precios bajos con calidad baja, hay un nuevo paradigma que dicta precios bajos con óptima calidad.

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